Inmoralidad sexual ¡Mátala de hambre!

Una de las mayores luchas que tienen los hijos de Dios hoy en día (después del orgullo) son los pecados relacionados con la inmoralidad sexual: masturbación, lujuria, sexo desenfrenado, etc. Es una batalla constante, no te deja descansar… batallas cada día, cada momento, en el trabajo, mientras duermes o vas a la escuela.

He recibido correos de gente preguntando: ¿Qué puedo hacer? Mira, aquí no hay tanta vuelta al asunto: la batalla comienza en tu mente. Sí, en tus pensamientos. Dime, ¿qué estas viendo y escuchando a diario? Estamos bombardeados de publicidad (tv, internet, películas) que nos lleva a tener mentes reprobadas o llenas de inmoralidad sexual, tu y yo sabemos que eso no le agrada a Dios, por lo tanto debes de cuidar tu mente, renovarla a diario, pensar lo bueno, correcto, puro… también debes tener cuidado de lo que ves y oyes. No es fácil, pero Dios premiará tu obediencia.

Esos malos pensamientos de los que te hablo te llevan a deseos pecaminosos, y cada vez que le das de comer a tu «carne» viendo pornografía, masturbándote, etc. estás cayendo mucho más bajo en tu vida espiritual y física, aparte de eso estás siendo atado al pecado y condenación eterna cuando mueras, aunque no me creas el 90% de las personas que van a la iglesia luchan con esto a diario. Así que no pienses que esto es un juego, es algo de vida o muerte.

Al estar esclavizado en estos vicios es imposible que seas feliz, te llenas de culpabilidad y remordimiento ya que estos pecados son egoístas porque quieres satisfacerte solo tu y tu carne.

Dios diseñó el sexo exclusivamente para el nivel de matrimonio entre un hombre y una mujer, y lo diseñó para hacer feliz a tu esposa o esposo, pero ese es otro capítulo… lo importante es que sepas que te tienes que cuidar, cuidar tu mente, cuerpo y corazón para llegar al momento correcto y diseñado por Dios para tu vida.

Si estás atado en esto hay buenas noticias para ti: hay salida, todo está en querer ser libre y dejarle a Dios su parte y hacer la tuya.

2 puntos:
Cuida tu mente, y si cae un pensamiento de estos, sácalo y cámbialo por un pensamiento bueno (lee Filipenses 4:8).
Crucifica todos los días tu carne. Lucas 9:23 dice «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.» Son palabras de Jesús, negarse y tomar tu cruz cada día es matar tus deseos pecaminosos que te hacen alejarte de Dios, ir contracorriente, pelear con tus malos pensamientos.

Nadie dijo que es fácil, pero con Dios de tu lado.. TODO es posible.

Ánimo, sigue intentando…

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